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Ficha GO C3

El uso de insectos como fuente de proteína alternativa representa una solución ante la situación actual y de futuro por la previsión de falta de proteína a nivel global, con incidencia inicial en el ámbito de la alimentación animal y, posteriormente, en el consumo humano, en un contexto donde se estima que la demanda crecerá en un 50 por ciento a mediados del siglo y alcanzará los 60 millones de toneladas de proteína en el año 2030. El aumento de las poblaciones mundiales y el cambio de dietas han provocado la urgente necesidad de aportar suplementos de proteínas procedentes de fuentes sostenibles para su incorporación en la alimentación animal. Los insectos son ricos en proteínas y son un componente natural de las dietas de peces carnívoros y aves de corral criadas en libertad. Algunos insectos pueden ser criados en una amplia gama de subproductos y ofrecen una potencial forma de recuperar valor de los materiales desechados por la agricultura y la industria alimentaria.